Medicina tradicional o herbolaria

Las propiedades curativas de las plantas han sido aprovechadas por el hombre desde la antigüedad. Los griegos y romanos dieron gran difusión a su uso y enseñanza, un claro ejemplo son Galeno e Hipócrates (el nombre del primero aún se utiliza para designar a los médicos). 

La medicina tradicional o herbolaria es el conjunto de conocimientos y prácticas  usados por distintas culturas indígenas, para el mantenimiento de la salud, prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Estos conocimientos generalmente son transmitidos de generación en generación, siendo un componente esencial del patrimonio tangible e intangible de diversas culturas del mundo.

 Este tipo de medicina, considera al hombre de manera holística, es decir, en su totalidad y dentro de un aspecto ecológico. Sus premisas parten de que la enfermedad proceden de un desequilibrio del hombre en su sistema ecológico total y no solo del agente causal y la evolución patógena.  
  

 Los medicamentos herbarios abarcan todas las plantas usadas, así como el conjunto de preparaciones y subproductos obtenidos de las mismas.  Los compuestos curativos o principios activos, presentes en las plantas son aquellos que poseen la actividad teraopéutica. La cantidad de estos presentes en una planta varía incluso en cada hoja, por lo que su administración debe ser cuidadosa. 

Gran parte de los compuestos curativos de la medicina convencional proceden de las plantas (Ej. Ácido acetilsalicílico, era extraído del sauce blanco Salix alba), de ahí el interés científico por el conocimiento popular. La etnobotánica, la botánica económica y la farmacología, son algunas de las ramas científicas que se dedican al estudio del uso de las plantas.

La herbolaria constituye la forma de tratamiento más económica y arraigada en la cultura popular. Esto no quiere decir que en países industrializados su uso sea bajo, en Europa el 48% de las personas recurre a las plantas para tratarse, en Estados Unidos cerca del 58% y en México el 60%.

Actualmente varios fenómenos como la modernización y la degradación de los ecosistemas naturales que hacen que conocimiento se pueda perder, en este sentido se vuelven imprescindibles los estudios etnobotánicos y farmacológicos si consideramos que de las 200 mil especies de plantas conocidas tan sólo se han estudiado los compuestos de un 10%. El reto está en obtener los principios activos y conservar esta información.

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